LA EQUIDAD DE GÉNERO Y EL
DESARROLLO
El
termino equidad de género se escucha
constantemente en nuestra realidad, el género y
el desarrollo son conceptos íntimamente relacionados pues el desarrollo
de la sociedad en su conjunto depende de la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, no es
solo contribuir a la formación de nuevas
relaciones entre ambos géneros, sino también trata de lograr la calidad de vida para ambos, cabe decir
que las condiciones sean iguales en ;
la redistribución de ingresos , que los roles importantes en una
sociedad no solo sean para el género masculino, etc.
Como
bien menciona Adela García[1] es
necesario visualizar, analizar y actuar para lograr un resultado, pero principalmente la importancia esta en el
actuar, es decir: “Las dos principales estrategias de actuación serán el fortalecimiento
de las capacidades de las mujeres (empoderamiento) y la integración de la
perspectiva de género en todas las acciones de desarrollo (mainstreaming)”[2],
una de las estrategias que el gobierno nacional incorpora
a las acciones a realizarse es el
empoderamiento con una variación la cual
es: la participación colectiva.
Un aspecto fundamental que debe estar latente es Tratado de la Unión Suramericana citado por Correa del cual se resalta que: “…fortalecer la democracia y reducir las asimetrías en el marco del
fortalecimiento de la soberanía e independencia de los Estados.” [3],
es bien sabido que la
democratización reduce las brechas de desigualdad, permitiendo participar a hombres y a mujeres
en la toma de decisiones.
De
la misma manera es imperioso destacar un concepto que Garcia cita de Lagarde, Marcela sobre democracia de género :
“…propone la construcción de otro tipo de
relaciones democráticas y otro modelo democrático que incluya no solamente a
las mujeres, sino que, más complejo aún, se modifique el posicionamiento de los
hombres y se establezcan relaciones democráticas entre los géneros” [4], es decir lograr la inclusión y
equidad entre géneros.
O
visto desde el punto de vista del gobierno generar la participación, generar espacios para decir lo que piensa y
siente ya sea como individuo o
comunidad.
Sin
embargo, uno de los aspectos que se debe cambiar es el de la es la: “…socialización
de los niños en la cultura de la desvalorización del trabajo doméstico y de las
trabajadoras mayoritariamente provenientes del campo, aymaras, quechuas u otra
cultura indígena” [5], no solo
del trabajo domestico como menciona Wanderley, si no también pensar en acciones para la desmitificación de los
roles desde temprana edad.
Es
necesario cambiar el modelo androcéntrico
que como señala Garcia “…se nutre
del sistema ideológico patriarcal. Este sistema establece un orden de dominio y
poder de lo masculino sobre lo femenino, e implica la supremacía del hombre en
todas las instituciones importantes de la sociedad.”[6], por ello es importante difundir esa
visión donde no se establezcan relaciones
de dominio la mejor manera de lograrlo empieza desde la familia.
Es
importante generar las instancias para
la defensa de los derechos y todo ello parte justamente desde la familia.
Bibliografía
EUGENIA CORREA. (2008). Gasto y déficit públicos en
América Latina:las consecuencias de las políticas de ajuste sobre la
inequidad de género. UMBRALES , 184.
GARCIA, A. (2009). Genero y Desarrollo Humano.
Recuperado el 30 de mayo de 2014, de http://mueveteporlaigualdad.org/docs/genero_desarrollo_humano_castellano.pdf